A menos de una hora de Cannes, Mónaco encarna el lujo y el refinamiento en su forma más pura.
Explora el famoso Peñón, donde se encuentra el Palacio del Príncipe, pasea por los exóticos jardines colgantes o prueba suerte en el legendario Casino de Montecarlo.
Con sus yates de ensueño, sus prestigiosas boutiques y su ambiente glamuroso, el principado seduce por su encanto único.
Una escapada imprescindible para descubrir una de las perlas de la Costa Azul, entre un mar resplandeciente y un encanto atemporal.